1- Confía en ti:
El negocio es tuyo. Nadie más que tú sabe todo el esfuerzo que pones para sacarlo adelante
y superarte. Por eso, no busques aprobación de los demás: confía en tu propia visión. ¿Sabías que muchas veces las personas más exitosas son aquellas consideradas atrevidas por lanzarse siguiendo una corazonada?
2- Festeja tus triunfos
¡La actitud es todo! Y para mantenerte positiva y con energías, es clave que festejes cada paso. Ya sea pequeño o gigante, rescata lo positivo de haberlo logrado. ¿Te animaste a vender un nuevo producto? ¿Pudiste terminar a tiempo con todo lo pendiente? ¡Entonces levanta una copa para celebrarlo! Todo esto ayudará a que cada día te motives más y alcances tus metas.
3- No te distraigas ¡Enfócate!
Para poder tener un panorama general, es necesario hacer foco en las pequeñas cosas y los detalles. ¡Y como somos mujeres, sabemos hacerlo! Planifica cada acción, piensa estrategias, adelántate a lo que se viene ten un plan B en caso de que el A no funcione. Esto hace que te prepares mejor y que te motives pensando en todo lo que puedes llegar a conseguir.
4-Haz las cuentas y anímate a invertir
Si confías en tu negocio, definitivamente tienes que animarte a invertir un poco de tiempo y dinero para hacerlo crecer. Por supuesto que cada gasto debe estar justificado y planeado, pero si pierdes el miedo, y sigues lo que te dice tu intuición, vas a llegar lejos ¡Y con ganancias! Por eso es importante el punto 3.
5- Aprovecha todas las experiencias
Ya sea algo bueno o malo, de todo vamos aprender. Y por eso, siempre hay que agradecer y aceptar lo que te pasa porque ¡Por algo sucede! Así que, cuando se trate de una buena noticia, celébralo y compártelo. Y si se trata de algo no tan bueno, piensa en qué puedes cambiar para que no vuelva a pasar, en vez de quedarte pensando en ¿Porque te paso? Tómatelo con calma esto ayudará a tener tu mente va a hacer que incorpores cada vez más herramientas.
